cada noche voy a descansar
con miles de palabras mudas
lo cual ya forma parte del ritual
ese que solo intenta
inerte, comunicarse con tu alma
hacerle saber en silencio
aquello que enciende con
desesperación
cada noche intento recordar
en lo que ansiaba convertirme
a los 8 años de edad
pasando horas tratando de recordar
para caer en cuenta que solo deseo
volver a tenerlos
colgarme la vieja piel de la joven
que miraba la luna
la admiraba, la imaginaba como
única madre diosa
alzaba al aire una eterna plegaria
que se perdía en un murmullo
algún día voy a volverme aire
aquel bailarín entre las hojas
desveladotas que ahora chocan sobre
mi ventana
aporreándola
no dejándome dormir
no dejándome apagar
Algún día voy a ser
alimento para el poeta
sangre perdida
en el cuerpo de mi niño
rasgos,
huella, tesoro perdido,
un recuerdo entre los recuerdos
así la niña rezaba a su diosa
así la las letras se volvía poesía
así la vida parecía tener sentido
así le hablaba a tu alma si conocer
tu rostro
sin saber tu nombre
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