martes, 8 de marzo de 2011

nocturna


Una vez mas
su espacio fue mi espacio
su piel de arcilla fría
donde molde con dedos
ineptos,
ignorantes,
caminos que solo
mi inconsciente conocia

Así,
soñé dentro del sueño
dormí con el ferviente
deseo de no despertar.
El olor embriagador
murmuro muerte entre
nebulosos pensamientos,
entre los cueros
que encerraban este
sucio espíritu.

No quiero abrir los ojos,
no quisiera enfrentarme al oxigeno
que no compartimos
a las ramas que juegan en mi ventana,
en las sombras que no se simplifican
ni tampoco de parecen.

Es un juego compartido,
buscarnos en la obscuridad
en las observaciones ajenas
en los nombres que no nos nombran.

Es un juego que desconocemos
nadie nos recuerda,
nosotras nos nombramos
" tendremos muchos nombres,
pero , siempre seremos uno "

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